Algunos compañeros me hicieron llegar algunas consultas acerca del texto "La paradoja del 'justo doliente' en Sófocles" y acerca de la consigna a realizar con el mismo. Va aquí una explicación; ojalá les sirva para reflexionar mejor el tema.
Una paradoja es, según la definición de la RAE, "un hecho o expresión aparentemente contrario a la lógica". Teniendo en cuenta esto, el drama de Edipo se presenta como paradojal porque él es una persona a la que catalogaríamos como "buena" (huye de Corinto para no asesinar a quien creía su padre ni cometer actos desordenados con su madre; salva a Tebas de la esfinge; gobierna a la ciudad con rectitud; etc.). Pese a ello, sufre; y sufre indeciblemente. Por tal razón, lo reconocemos como justo doliente (el bueno, el inocente, que sufre, en otras palabras). Es decir: no nos resulta lógica que sufra quien es bueno.
El ejemplo más flagrante de esta condición de justo doliente es, justo hoy -Viernes Santo- lo recordamos, Jesucristo. Según dice el evangelio, "pasó haciendo el bien" y, sin embargo, fue condenado injustamente a la muerte y muerte de cruz, la forma más dolorosa, aberrante e inhumana que los romanos tenían para asesinar a los reos en aquella época.
La consigna del trabajo es tratar de reconocer en nuestra actualidad, en nuestro mundo, la existencia de "justos dolientes", inocentes que sufren no porque se hayan buscado o generado el sufrimiento con un obrar errado o egoísta, sino que padecen como consecuencia de las decisiones de otros. Sin duda, observando un poco nuestra cotidianidad, podrán llegar a muchos ejemplos de esta situación que nos enfrenta a una gran pregunta: ¿POR QUÉ SUFRIMOS? ¿TIENE SENTIDO ESTE SUFRIMIENTO? ¿SIRVE PARA ALGO? ¿TIENE ALGUIEN LA RESPUESTA A MI SUFRIMIENTO?
Aquellos que ya me han enviado el trabajo y quieran revisarlo a partir de esta aclaración, pueden hacerlo y enviármelo de nuevo, aunque no es obligatorio.
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